Los vasos fueron creados por el impacto de un meteorito que cayó en el norte de África hace unos 28 a 30 millones de años. A altas presiones y temperaturas, la arenisca que estaba en la superficie en ese momento se derritió y el líquido fundido se desechó. Con un enfriamiento rápido durante la fase de vuelo, podría formarse vidrio. El vidrio del desierto consiste en un 98 % de lechatelierita, un vidrio de cuarzo natural. Se pudieron detectar inclusiones de baddeleyita, que se forma a partir de arena de circón a temperaturas superiores a 1700 °C, así como rastros del meteorito (hasta 0,5%), lo que excluye una formación discutida de manera similar como un depósito de un lago enriquecido con disuelto. óxido de silicio El vidrio del desierto se clasifica como vidrio de impacto porque se diferencia de las tectitas por tener hasta 30 veces más inclusiones de agua de hasta 0,16%. Aún no se ha identificado claramente un cráter de impacto que esté relacionado con la formación de los vasos del desierto.
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